
Comprender cómo evolucionaron los ñandúes sudamericanos, aves que perdieron la capacidad de volador, pero se adaptaron con éxito a una variedad de ambientes extremos dominados por importantes diferencias de altitud, temperatura y precipitación a lo largo de la Diagonal Árida, una cadena de desiertos sucesivos que se extiende diagonalmente por Sudamérica de noroeste a sureste. El propósito del proyecto FONDECYT Regular dirigido por el Dr. Juan Carlos Marín, académico del claustro del Doctorado en Ciencias con mención en Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Bío-Bío (UBB), es estudiar la base genética de la divergencia y adaptación genómica del ñandú chico (Rhea pennta), y como su sistema de apareamiento ayudan a mitigar los factores estocásticos que afectan las poblaciones de Bolivia, Perú, Argentina y Chile.
El orden Rheiformes agrupa a las aves no voladoras más grandes de Sudamérica e incluye dos especies: el ñandú común o mayor (Rhea americana) y el ñandú petiso o menor (Rhea pennata). Ambas especies son gregarias, diurnas y presentan un sistema reproductivo polígamo. Durante la época reproductiva, los machos muestran un marcado comportamiento territorial y poligínico, mientras que las hembras pueden reproducirse en serie con distintos machos, un fenómeno conocido como poliandria secuencial. Adaptados a ambientes abiertos y áridos, los ñandúes han desarrollado una notable versatilidad ecológica, sustentada en una dieta omnívora y complejas estructuras sociales.
El objetivo principal del proyecto titulado “Evaluación genómica detallada de la historia evolutiva, sistemas de apareamiento únicos, adaptaciones locales y estado de conservación actual de Rhea pennata en la Diagonal Árida de América del Sur”, es reinterpretar su historia evolutiva, explorar adaptaciones a condiciones extremas y evaluar cómo su sistema reproductivo influye en las poblaciones actuales mediante análisis genómicos.
“El ñandú es una especie fascinante para estudiar el surgimiento y mantención de las estrategias reproductivas en las aves. En esta especie, el macho asume un rol protagónico en el cuidado de los huevos y los polluelos (charitos), lo que abre preguntas sobre la evolución del comportamiento parental”, explica el Dr. Marín.
El título “¿Debemos poner todos los huevos en la misma canasta?” Hace referencia a la singular estrategia reproductiva de los ñandúes, en la que los machos asumen un papel central en la incubación y cuidado de los huevos, mientras que las hembras pueden repartir su descendencia entre varios machos. Este sistema plantea preguntas sobre los riesgos y beneficios de concentrar el cuidado parental en un solo individuo frente a repartirlo entre distintos cuidadores, y cómo estas decisiones evolutivas influyen en la supervivencia de la especie y la adaptación a distintos ambientes.
A través del análisis de poblaciones, el proyecto buscará también comprender las relaciones evolutivas entre las diferentes poblaciones de ñandúes y su historia biogeográfica, así como los mecanismos genómicos que subyacen a sus adaptaciones. En particular, Rhea pennata se distribuye desde el sur de Perú hasta la Patagonia de Chile y Argentina, ocupando ecosistemas diversos a lo largo de la llamada “Diagonal Árida” de Sudamérica. A pesar de su amplia distribución, enfrenta amenazas derivadas de la acción humana, como la destrucción de hábitat, la competencia con el ganado exótico y la caza, lo que ha provocado un descenso poblacional, en las poblaciones de su distribución norte.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la clasifica actualmente como en “Preocupación Menor”. Sin embargo, la población global sigue sin cuantificarse y persisten debates sobre la delimitación de poblaciones, como Rhea pennata pennata, Rhea pennata garleppi y Rhea pennata tarapacensis, algunas de las cuales han sido consideradas por ciertos autores como especies distintas.
En este contexto, este proyecto FONDECYT financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID busca ampliar el conocimiento científico sobre la estructura genómica y la historia evolutiva del ñandú menor, con el propósito de contribuir a su delimitación taxonómica y alcances para su conservación y/o manejo futuro.
“Nos interesa entender cómo los factores ambientales, la distribución geográfica y las presiones de selección han modelado la diversidad de comportamientos y características de historia de vida en estas aves”, agrega el investigador.
Además del aporte científico, la investigación tiene un fuerte componente de formación de estudiantes e integración regional, fortaleciendo las capacidades de investigación en genética, genómica y biología evolutiva desde el sur de Chile.
“Este tipo de proyectos permiten no solo generar conocimiento, sino también formar nuevos investigadores e impulsar colaboraciones con investigadores e instituciones de Argentina, Perú y otros países de Sudamérica”, destaca el Dr. Marín.

El trabajo del académico de la UBB representa un esfuerzo por comprender los procesos evolutivos que dieron origen a una de las aves más emblemáticas del continente, aportando al conocimiento básico y a la conservación de la biodiversidad sudamericana.
El investigador de la UBB explicita que el proyecto podría lograr un impacto directo en la conservación de la especie. “Primero, hay un aspecto taxonómico: podría confirmarse que las poblaciones del norte y del sur son especies distintas. Eso implicaría una revisión de su estado de conservación y manejo. En el norte, las poblaciones están más amenazadas, sobre todo por la expansión minera, mientras que en el sur existen planteles en semicautividad, con poco éxito productivo, probablemente por desconocimiento del comportamiento natural de la especie. Por eso, más allá del conocimiento básico, este tipo de estudios también puede ofrecer recomendaciones prácticas para mejorar su manejo y conservación”, concluyó.